El dominicano Jeremy Peña cautivó al público de las Grandes Ligas luego de convertirse en el principal artífice de la postemporada para los campeones Astros de Houston en su año de novato, tiempo en el que por igual registró una grata ronda regular que le validó ser ganador del Guante de Oro y ubicarse entre los cinco finalistas al Novato del Año.
Esta primera experiencia estuvo llena de retos, empezando por superar las expectativas a su alrededor de ser un prospecto con la etiqueta de no poder fallar, así como encontrarse en una coyuntura que le asignó la responsabilidad de ocupar el puesto que dejaba vacante Carlos Correa – quien fuese un baluarte para la organización en la que había sido su etapa más competitiva hasta el 2022.
El maravilloso arranque en la trayectoria del campocorto Peña merece el reconocimiento de todos, aunque las cosas no deben quedarse allí y, en busca de la consagración como ligamayorista, varios detalles de su juego deben cambiar para dar un siguiente paso. El nivel de talento que lo acompaña es innegable, razón por la que esperar que solucione aquello que se mira como deficiencia es realista.